Los océanos son mágicos y enigmáticos, ¿quién puede resistirse a la majestuosidad del atardecer junto al mar o de la brisa marina? Y es que están destinados a llamar nuestra atención, quizá porque de ahí surgieron las primeras formas de vida hace más de 3600 millones de años atrás.
Además de ser hermosos, dependemos de los oceános directamente para sobrevivir ya que los producen el 50% del oxígeno que respiramos, además de proveer directamente de recursos a ⅓ de la población mundial, eso es más de billones de personas que dependen de la pesca, el turismo, el comercio y muchas otras actividades ligadas al mar y los océanos.
Pero, sin el afán de ser alarmista, nuestros océanos están enfermos y de gravedad. Y es que los síntomas son evidentes y las causas muchas. Detallemos algunas.
Cambio climático
Hoy el aumento de la temperatura está cambiando el nivel del mar. Los océanos cada vez ocupan más espacio y la cantidad de agua disuelta en ellos cambia la salinidad y como consecuencia de ello cambian las corrientes marinas, transoceánicas y el clima en las diferentes partes del planeta depende directamente de estas corrientes. De no existir estas corrientes marinas, muchos lugares estarían congelados y otros simplemente serían desiertos.
Sobrepesca
La pesca indiscriminada de los recursos pesqueros ha llevado a que muchas de las poblaciones del planeta no se alcancen a recuperar. Es por ello que más del 60% de las pesquerías en el mundo hoy se encuentran colapsadas. Es decir se pesca más de lo que las poblaciones pueden recuperar. A este ritmo muy pronto no habrá nada que extraer del mar. Y es que cada vez son más las especies de interés comercial porque las ya conocidas, están en serio peligro de exintinción. La ONU asegura que de seguir así no habrá más pesca para el 2050.
El blanqueamiento de corales
Los corales son organismos asociados a algas y estas realizan la fotosíntesis y con ello la alimentación. Estas algas son sensibles a la temperatura o Ph del lugar donde viven. Lamentablemente el aumento de las temperaturas en el mar y el exceso de CO2 que se disuelve en ellos cambia el PH al formar ácido carbónico y como consecuencia la muerte de las algas que alimentan los corales, este fenómeno los deja incoloros y le llamamos blanqueamiento. La mayor barrera de coral ubicada en australia tiene el 90% de blanqueamiento, esto significa que se está muriendo.
Exceso de plásticos
La durabilidad del plásticos y su facilidad de producción nos ha llevado a integrarlo a casi todo, desde vehículos hasta envases que duran 10 minutos en nuestras manos pero cientos de años en el planeta. Y es que, aunque las cifras difieren entre 8 y 25, se calcula que los humanos arrojamos al año 8 millones de toneladas de plástico a los océanos y estudios afirman que para el crítico 2050 habrá más plástico que peces en el mar. Todo esto nos llega de regreso y muchos animales que comemos tienen contenido de plástico así como hasta en la sal de mar se ha comprobado que existen residuos de plástico y que terminamos consumiendo.
Sí, el escenario es preocupante y no podemos esperar a que sean otros los que decidan hacer un cambio por nosotros. Quizá no tenemos la capacidad de resarcir los acuerdos que firman pero sí podemos hacer cambios pequeños que sumados a los de todos nosotros son cambios significativos para los océanos y el planeta.
Salvar los océanos es salvar la vida como la conocemos y podemos contribuir a cada síntoma con pequeños actos.
¿Qué puedes hacer tú?
- Para combatir el cambio climático y el blanqueamiento de los corales puedes disminuir tus emisiones de carbono. Usa transporte público, comparte el coche, usa la bici lo más que puedas y camina si vas cerca. Prefiere electrodomésticos que ahorren energía, apaga aire acondicionado y calentadores.
- Para combatir el la sobrepesca prefiere pescados y mariscos de temporada, prefiere marcas sustentables, no busques cosas gourmet que no hay en tu localidad, consume local.
- En ti está disminuir el exceso de plásticos, lleva tu bolsa al súper, deja de comprar en la calle donde dan unicel, (puedes llevar tu tóper), prefiere a quienes hacen el esfuerzo de dar envases de fibras vegetales, deja de consumir refrescos, prefiere el agua de garrafón, tanto tu cuerpo como el planeta te lo agradecerán y por supuesto, si vas a la playa llévate tu basura.
Todos podemos hacer el cambio, el tuyo, el mío y el de todos suma. ¡Salvemos a los océanos y con ellos el mundo!
