Las mujeres del Líbano y la energía solar

 

Hoy, en el Día Internacional de la Mujer, las mujeres de Deir Kanoun Ras el Ain, una cooperativa en el sur del Líbano iniciaron una revolución silenciosa. Junto a jóvenes activistas de Palestina, Líbano y Siria completaron una instalación de energía solar que proveé energía confiable y regular que mejora la vida de las mujeres.


La cooperativa está orgullosa de su trabajo; haciendo deliciosa agua de rosas, vinagre de manzana, jarabe de naranja, mermelada de durazno, galletas y puré de tomate -todo sin conservadores artificiales. Pero, como muchas involucrados en la producción de comida, las mujeres trabajan muy duro por una paga modesta.

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Greenpeace durante el entrenamiento de energía solar

Antes de que llegara la energía solar, las máquinas que ayudaban a hacer el trabajo no se utilizaban ya que las mujeres decidieron trabajar más en lugar de costear el generador de diesel o el suplemento de electricidad. Pelar la fruta, hacier masa y levantar cargas pesadas a mano es pesado. Algunas tienen dolor de espalda crónico. Además pasan largas horas lejos de sus familias.

En el 2016, la cooperativa decidió que era tiempo de cambiar. Junto a Greenpeace del Mediterráneo y el Mundo Árabe lanzaron un proyecto de crowdfounding para instalar energía solar para calentar agua y dar energía a las máquinas para hacer masa y exprimir fruta. Hoy completaron su sueño.

“Puedo sentir que todo está a punto de cambiar para nosotros”, dijo Daad Ismail, Presidenta de la Cooperativa de las Mujeres. “La escasez de electricidad han dañado nuestra productividad, nuestras horas de trabajo y nuestras vidas personales. Sabemos que la energía solar no sólo nos ayudará a acortar costos, generar más ingresos y mejorar nuestras vidas sino también a abrirnos hacia nuevos horizontes con más oportunidades”.

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Foto con los miembros del equipo en el techo.

Con un suministro de energía limpia en el lugar, la cooperativa ha sido contactada por los productores de comida conscientes que quieren fabricar sus productos sin dañar al medio ambiente.

El sistema de energía solar fue instalado con la ayuda de 12 jóvenes estudiantes y voluntarios de Palestina, Líbano y Siria. Todos viven en el área, algunos del campamento local de refugiados, los estudiantes recibieron entrenamiento técnico con Greenpeace, dirigido a que tengan trabajo en el sector de energía renovable. Trabajar en una cooperativa de mujeres fue una oportunidad de oro para poner sus nuevas habilidades a la práctica.

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Los miembros de Greenpeace Mundo Árabe y las mujeres de la cooperativa y el alcalde de Deir Kanoun Ras el Ain.

La cooperativa tiene ahora 12 paneles solares con una capacidad total de 3 kilovatios. Su recibo de energía eléctrica puede reducirse en dos tercios y el uso de diesel reducido al mínimo.

La energía solar que ha transformado la región es sólo una de las historias inspiradoras de mujeres en el mundo Árabe.

Historias de éxito como estas están inspirando a comunidades en todo el mundo para despedirse de combustibles fósiles y cambiarse al Sol.

 

 

*Ghalia Fayad es la líder del programa del Mundo Árabe de Greenpeace Mediterráneo.




 

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